La Ruta del Vino Arlanza comprende tres comarcas naturales que aportan paisajes fotográficos de mil y un colores: El Cerrato, Arlanza y Sierra de la Demanda.
Los Valles del Cerrato componen un paisaje típicamente castellano con pueblos agrícolas y grandes extensiones dedicadas al cultivo del cereal. Paisaje unitario, infinito, que continúa a medida que uno se adentra en la provincia de Burgos, en tierra de páramos, a la altura de Los Balbases.
La Comarca del Arlanza está vertebrada por ríos y arroyos cuyas riberas serpenteantes son germen de amplios y extensos bosques de encina, roble o sabina. Lugares donde poder gozar de un paisaje puro donde la erosión y el tiempo han generado relieves plegados, cuevas modeladas en al roca, cascadas y ásperos cortados.
Vive la experiencia única de atravesar el Desfiladero de la Yecla. Recorre este exclusivo Espacio Natural a través de puentes y pasarelas suspendidas sobre una profunda y estrecha garganta en la que se localizan los más extensos y mejor conservados sabinares del planeta.
Ya en el sudeste de la provincia de Burgos, adéntrate en la Sierra de la Demanda atravesando Covarrubias y Santo Domingo de Silos. Allí podrás contemplar la singularidad de las aves que surcan los cielos de esta Ruta pues junto a los Sabinares del Arlanza y los Páramos de Torquemada, es Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA)
Respira naturaleza en la Ruta del Vino Arlanza, pues aquí hallarás numerosos enclaves clasificados como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC): las riberas del río Arlanza y sus afluentes, los sabinares del Arlanza, los Montes del Cerrato, las riberas del río Pisuerga y sus afluentes, los Páramos de Torquemada y las riberas del río Arlanzón y afluentes. Enclaves, todos ellos, idóneos para practicar senderismo y aficiones al aire libre.